Resultados de Salmones Camanchaca se ven golpeados por floraciones de algas y continúan en rojo
La pérdida después de impuestos alcanzó los US$ 9,4 millones en el año pasado, menor a aquella registrada en 2020, que fue de US$ 31,6 millones.
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Salmones Camanchaca finalizó el año pasado con una pérdida después de impuestos de US$ 9,4 millones, un resultado que se comparara a las pérdidas registradas en el 2020, que fueron de US$ 31,6 millones.
Según explicó la salmonera a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este año la pérdida ocurrió por los impactos de floraciones algales en fiordos de la X región, parcialmente compensados por la positiva evolución de los precios de mercado que también afecta positivamente el Fair value.
Por su parte, los ingresos de la compañía a diciembre de 2021 alcanzaron los US$ 293,7 millones, superiores a los US$ 255,4 millones registrados en el año anterior, debido a las mejoras de precios. El volumen vendido de salmón Atlántico fue un 3,9% inferior.
Respecto al último trimestre del año pasado, la compañía destacó favorables resultados debido a los mejores precios y mayores volúmenes vendidos, que permitieron recuperar la rentabilidad. En efecto, en el periodo octubre-diciembre obtuvo un aumento de ingresos de 63% al alcanzar los US$107,6 millones, empujados por un alza de 47% en el precio de venta del salmón Atlántico, y por un aumento de 18% en el volumen vendido. La compañía enfatizó que continúa profundizando su estrategia de darle mayor valor agregado a las cosechas, orientados a los mercados que valoran mejor el producto chileno.
Además, Salmones Camanchaca estimó una recuperación para 2022, alcanzando cosechas totales entre 51 mil y 55 mil toneladas WFE.
Ricardo Garcia Holtz, vicepresidente de Salmones Camanchaca dijo en una declaración que "estamos contentos con la recuperación de la actividad y resultados obtenidos en el cuarto trimestre, que comienzan a mostrar nuevamente las capacidades de nuestra empresa, dejando atrás los episodios de floraciones algales del inicio de 2021".
Garcia Holtz agregó que "el contexto mundial es favorable para la salmonicultura, pues las proteínas alternativas están bajo presión por sus efectos sobre gases de efecto invernadero, y por el crecimiento de la demanda por proteínas saludables y nutritivas de bajas emisiones y poco uso de agua. El salmón cultivado es una respuesta sustentable a los desafíos de alimentar al mundo, usando una ínfima parte de la superficie marítima, dejando muchísimo menos huella de carbono, y casi sin usar agua dulce, que son los grandes desafíos del planeta".